Hace poco, me puse a escribir un cuento (que casualidad, encontré mi máquina de escribir), y quisiera compartirlo con ustedes, después de todo, dentro de Toda comunidad hay niños, y por lo tanto hay que educar de manera saludable, entretenida y sobre todo didáctica...
MOROSA
Era una tarde de otoño, y yo iba
caminando por el Olivar, cuando de pronto encontré un camino con muchas piedras
de colores y decidí seguirlo, ese camino me condujo a una casa blanca llena de
flores y con una variedad de aves, a mi me llamo mucho la atención de un
pajarito moradito con manchitas rosadas, y le caí bien porque volaba a mi
alrededor, fue en ese entonces, que partí mi galleta “Soda V” y se la iba dando
para que me siga, y se vaya conmigo a casa… y funcionó.
Esa misma noche empecé a construir
el hábitat perfecto para mi ave favorita a quien le puse por nombre “Morosa”
debido a sus lindos colores y porque era muy amorosa. Busqué, encontré y logré
terminar el nuevo hogar de Morosa, a ella le encantó, y así empezó nuestra
amistad, ella se convirtió en mi mejor amiga, conversábamos de todo un poco,
todo era genial...
Catherine Revollar
No hay comentarios:
Publicar un comentario